¡Estimados camaradas, tripulantes y amigos del mar!

Al arribar a la fecha de este 25 de abril de 2025, nos encontramos ante un hito de profunda significación para quienes llevamos la Armada en el alma, ya sea por el recuerdo imperecedero de nuestro paso por la Escuela Naval 'Arturo Prat' o por el vínculo fraterno que nos une desde otros derroteros del mar y la vida naval. Hoy conmemoramos cien años desde aquel día en que se dio el primer paso formal para la creación de nuestra querida Corporación. Fue en Valparaíso, el 25 de abril de 1925, en una sala del diario "La Unión", donde se reunieron un grupo de ex Cadetes Navales con un propósito trascendental.

Según los registros que nos guían, aquel día se congregaron 24 ex Cadetes Navales, aunque otras crónicas señalan a catorce ingenieros y ex-Cadetes de la Escuela Naval. La misión era clara: "echar las bases para la formación de una asociación, bajo cuyo nombre debía reunir y mantener en constante armonía a los que se educaron en los planteles de la Armada, ligándolos de este modo por el estrecho lazo de una verdadera amistad y el franco y sincero cariño de compañeros de armas". Esta reunión sentó, sin lugar a dudas, las bases del actual Centro de ex-Cadetes y oficiales de la Armada Chile.

Si bien el "nacimiento concreto" de la institución, con la denominación "Caleuche", se consolidó en Santiago el 13 de mayo de 1933, impulsado por figuras como Ricardo von Willigmann Chacón, el "CADETE NUMERO UNO", y obteniendo personalidad jurídica en 1934, es aquel encuentro de 1925 en Valparaíso el que marcó la inspiración inicial y la necesidad sentida de agrupar a quienes habían compartido la formación naval. Este propósito, que "renació" posteriormente y llevó a la "fusión definitiva" de las agrupaciones de Santiago y Valparaíso en 1936, es el que hoy honramos en su centenario.

El Centro de Ex Cadetes y Oficiales de la Armada "Caleuche" es, en esencia, una institución espiritual. No es un club en el sentido común, sino un organismo cuyos miembros se unen por el cariño y lealtad a la Armada de Chile y el recuerdo de su paso por ella. Aquí, en las cubiertas de nuestro buque imaginario, no existen diferencias de grado, edad o situación socioeconómica. Todos somos "CADETES", sin distinción, y en conjunto, los "TRIPULANTES".

Nuestro lema, "HIC DELETUR OMNIS DISSENSIO" —que significa "Aquí muere toda diferencia"—, encapsula perfectamente este espíritu de unidad y hermandad. Quien cruza el portalón del Caleuche, asume el compromiso de dejar atrás cualquier bruma que perturbe la navegación segura y apacible, abrazando la hermandad, la unión sincera, la lealtad y el respeto a la Bandera.

Mantenemos viva la veneración por nuestras tradiciones y Glorias Navales, considerando al Caleuche como una prolongación espiritual de la Armada en la vida civil. En nuestros encuentros, a los que simbólicamente llamamos "bogatunes", se revive el espíritu marinero, usando voces de mando propias de una embarcación a remos o simbolizando maniobras en unidades mayores. La palabra "bogatún" misma, derivada de "tomar la boga", representa el llamado a la armonía de conjunto, al esfuerzo mancomunado y al compañerismo.

Al cumplir cien años de aquel impulso inicial en Valparaíso, el Caleuche sigue navegando con sus velas desplegadas, impulsado por la brisa fraternal y el amor inquebrantable a la Patria y a nuestra gloriosa Armada de Chile. Que este centenario renueve nuestro compromiso con los ideales fundacionales de amistad, lealtad y respeto mutuo.

¡Salud y Viento a un Largo para nuestro Caleuche en sus primeros cien años!